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© Manolo berjon 2014, niños kukama en la comunidad de lupunayo, río urituyacu

EFECTOS COLATERALES DE PACAYA SAMIRIA

Publicado: 2016-04-22


El primer boom cauchero se produjo en la selva amazónica entre 1880 y 1914 y el segundo entre 1942 y 1945. A partir de esa fecha desaparece del mapa el tema cauchero y, con él, la preocupación por las consecuencias del mismo. Sin embargo, aunque se hayan desplomado las exportaciones de caucho la perversa maquinaria continua engrasada. La referencia al caucho nos lleva inexorablemente al Putumayo, aunque, por desgracia, no es el único lugar. Otros escenarios, menos conocidos, también fueron un foco de grandes tensiones y brutalidades. Aparece la estúpida competencia irracional por los desmanes.

I.-

Don Armando Irarica trabajó la shiringa por el alto Samiria. Cuando le preguntábamos por esa época siempre esquivaba la pregunta. Los kukama no quieren recordar los sufrimientos: “para qué”. Cuando se les insiste la respuesta es la misma: “el patrón era bueno”. Si en medio de una conversación se desliza el pasado y se alarga, van apareciendo, una a una, las múltiples vejaciones y crueldades sufridas: el sistema de enganche, los abusos del patrón con las mujeres, los castigos a los peones que no recogían “lo suficiente”, y demás detalles que deponemos para otra ocasión. No por ello dejamos de anotar que los pueblos indígenas, por insoportable que fuera el sufrimiento, que lo fue, no por eso, insistimos, dejamos constancia que utilizaban estrategias para domesticar al patrón, igual que se domestica una mascota.

Pero sigamos a don Armando a través del libro de bautismos de la parroquia. No vamos a hacer un recorrido exhaustivo sino anotar únicamente unas cuantas fechas. En 1957 nace una de sus hijas en un lugar denominado Miraflores, en el alto Samiria. En esa época la familia de don Armando permanecía en ese lugar recolectando shiringa, mientras él recorría las estradas de los árboles gomeros. En 1968 otra de sus hijas nació en Hamburgo, río Samiria. La sola denominación de un lugar llamado Hamburgo ya nos puede ir indicando algunas pistas. Acá ya había escuela, un potente atractor de gente. Sus últimos hijos han nacido en Tangarana, a orillas del Marañón, a finales de los 70. Y cuando Santa Rita de Castilla consiguió colegio de secundaria se desplazaron a esta localidad para seguir estudiando. Así tenemos un recorrido que pasa por Miraflores, alto Samiria, un lugar pequeño; Hamburgo, la marca de los alemanes en la explotación cauchera de Pacaya Samiria, un lugar ya con escuela. Tangarana una comunidad a orillas del Marañón, por la escuela y habiendo salido (empujados a salir) del río Samiria y Santa Rita de Castilla, previamente un fundo y, con la llegada de la parroquia, sede de las instituciones estatales del distrito de Parinari, aunque la comunidad de Parinari continúe siendo su capital.

La de don Armando ha sido una vida más, entre otras. No destaca por nada especial, pero no por ello deja de ser importante e ilustrativa. Si la recordamos es por la amistad y para poder contrastarla con los fríos datos oficiales del espacio donde él vivió: la Reserva Nacional Pacaya Samiria (RNPS). Desgranando algunas fechas nos encontramos con lo siguiente. En 1940 se declara Zona Reservada el área fluvial del río Pacaya desde 500 m. antes de la boca de la cocha del Yanayacu hasta el paraje denominado Zancudo. El 23 de octubre de 1944 se amplía la Zona Reservada e incluyen todo el sistema hidrográfico de los ríos Pacaya y Samiria. Nótese que la caída del segundo boom del caucho provoca un cambio de paradigma: de la extracción a la conservación. El 10 de octubre de 1968 se decidió el establecimiento de una Reserva Nacional para la conservación de los recursos en el río Pacaya y la Zona de Explotación Piloto de Pesca y Coto Oficial de Caza a la zona del río Samiria. En 1972 se establece la Reserva Nacional Pacaya Samiria (RNPS) con una superficie de 1´478,790 has. y en 1982 se amplía a las 2´080,000 has. actuales. También es interesante cómo los últimos hijos de don Armando en los años 70 ya no han nacido al interior del Samiria, sino en Tangarana, en lo que hoy se denomina eufemísticamente “área de amortiguamiento de la RNPS”, y que no deja de ser territorio ancestral de varios pueblos indígenas, entre ellos el kukama.

Don Armando salió “voluntario” del Samiria. Digamos que se acogió a la “invitación a salir”. Pero no todos aceptaron la propuesta. Tenían chacras, animales… y no estaban dispuestos a abandonar por una simple invitación. Poco a poco los argumentos utilizados fueron siendo “más convincentes”. A los morosos se les obligó a salir con “apoyo de la policía y el ejército”. “Si no salen ustedes, serán expulsados por la fuerza”. En la práctica eso fue lo que sucedió, como si de vulgares delincuentes se tratara. Estamos en la década del 70.

Cotejando los apellidos de los niños bautizados en el Samiria nos encontramos con apellidos kukama y otros provenientes de lugares dispersos, fundamentalmente del departamento de San Martín. Esta amalgama de gentes ha sido configurada, a nuestro parecer, por el pueblo kukama. Es decir, el pueblo kukama ha hospedado en su interior a gentes provenientes de diversas realidades pero que al entrar en contacto con ellos y en su territorio han sido permeados por su cosmología. Nuestra interpretación se extiende tanto a los grupos indígenas de la zona que “se han ido extinguiendo” (en nuestra interpretación hospedando) como los Yameo, Chamicuro…, como los provenientes del departamento de San Martín.

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III.-

La expulsión de gentes del Samiria, mas las grandes crecientes de comienzos de los años 70, provocan que parte del pueblo kukama kukamiria del Huallaga busque terrenos más altos. Los encuentran en el río Urituyacu. La conformación de comunidades en este río va señalando la frontera de los recursos naturales, cada vez más rumbo a las cabeceras. Algunas comunidades actuales comenzaron como un campamento de extractores en torno a algún patrón conocido. Al principio había abundantes animales y maderas que han ido desapareciendo. La pesca nunca fue muy fuerte, pero siempre había pescado para comer. Sin embargo, ahora los recursos están esquilmados y, en los últimos años, hay todo un movimiento del pueblo kukama, no ya al interior de la selva (las quebradas), sino hacia la costa peruana, en pos del boom económico. La necesidad del dinero es más perentoria.

Esta migración del pueblo kukama al Urituyacu produjo un fuerte impacto en sus ancestrales habitantes: el pueblo omurano. Por un lado, el simple establecimiento de comunidades kukama reconfiguró el territorio. Por otro [lado], la fuerte presión sobre los recursos naturales provocó una disminución de la carne de monte, fuente de proteínas necesarias para el pueblo omurano, dejándole al borde de la extinción. En palabras sencillas: la expulsión del pueblo kukama del alto Samiria provocó un fuerte impacto en el pueblo omurano, como uno de sus muchos efectos colaterales.

Con la entrada de los kukama al Urituyacu surge el establecimiento de comunidades girando en torno a las autoridades (teniente gobernador y agente municipal) y el colegio. Vamos a hacernos eco de un movimiento en torno al Urituyacu medio. Uno de los chamanes más reputados fue don Venancio Pizango. Un tiempo ha vivido en Juan Velasco Alvarado y otro en Caymituyo. De ambas comunidades fue expulsado acusado de brujería. Se estableció en un lugar denominado Tipishca, a mitad de camino entre Caymituyo y Triunfo, pero perteneciente al territorio de Caymituyo.

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Para leer el artículo completo, nos pueden seguir en nuestro blog: http://lacandeladelojo.blogspot.pe/

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