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Frente al puerto de iquitos,  2005

HIDROVÍA AMAZÓNICA

Publicado: 2015-06-29


Un tribunal de Iquitos, en segunda instancia, ratificó la sentencia del juez de Nauta: “se debe consultar a todos los pueblos indígenas” afectados por la hidrovía amazónica. Seguimos esperando que los jueces manden traducir al kukama la sentencia. Sería un puntazo que los jueces percibieran la importancia de los idiomas indígenas (y las estructuras mentales que conllevan).

Un río no es una “carretera de agua”, como pretenden hacernos creer, buscando un corredor que una el Atlántico (Brasil) con el Pacífico (China e India), de paso por Perú. La hidrovía amazónica considera a Perú única y exclusivamente como un canal para conectar Brasil – China/India, donde circulará la soja brasileña, mientras las oladas grandes se divertirán con las pequeñas embarcaciones indígenas en la cuenca del Amazonas. Ya nos gustaría que antes de tomar esta decisión los funcionarios hicieran un trayecto en canoa por estos ríos cuando pasen grandes embarcaciones, a ver si son capaces de mantener el equilibrio. En esta tesitura es importante que los funcionarios del gobierno peruano incorporen una visión del Perú plural, más allá de la mera copia occidental. Harían bien en tomar una cura de humildad y aprender de las poblaciones indígenas.

La consulta que se está implementando se puede ajustar a ley, pero no permite el tiempo suficiente para tomar una decisión tan trascendental. Esta prisa y aceleración esconde el nerviosismo del capital por aprobar el proyecto. Aprobaron el IIRSA (Integración de la Infraestructura Regional Suramericana), pero no se ha hecho nada por comunicar a las poblaciones indígenas estas grandes infraestructuras, a pesar de ser afectados. Si PROINVERSION lleva años preparando este proyecto, por qué han esperado a que un tribunal les obligue. ¿No hubiera sido más sencillo y ético que proporcionaran la información adecuada a los interesados? 

Pero no vayamos tan rápido. Ni siquiera tenemos una base de datos que nos permita detectar los impactos que la hidrovía va a causar. El gobierno quiere aprobar el proyecto a ciegas. Insistimos, no hay posibilidad de saber los impactos reales porque carecemos de los datos adecuados (ni los pueblos indígenas lo tienen, ni el Ministerio, ni PROINVERSION…), falta investigar qué sucede con las dunas de arena y barro del fondo de los ríos y qué sucederá con el dragado. Alterar un punto, y van a ser muchos los puntos donde se tenga que dragar, modifica el panorama medioambiental del Amazonas. No es este el espacio, pero recuerden aquello del “efecto mariposa”. En estos tiempos de cambio climático es un error que pagaremos a un precio demasiado alto. 


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