ELVIRA
Nos la encontramos caminando. De vez en cuando también viene a visitarnos. En una oportunidad se llevó nuestro machete, pero pasados 15 días regresó con otro machete. El nuestro dijo que se lo habían robado. A veces quiere que le escuchen y otras pide un sol. Nunca está triste, aunque narre situaciones tristes.
¿Con quién conversas en tu idioma, Elvira? “Cuando viene gente del Napo converso con ellos”. “Yo hablo santarrosino, eso me enseñó mi mamá”. Y suelta una parrafada en quichua del Napo. Sus hijos y nietos ya no saben hablar su idioma, eso dicen. Aunque suponemos que algo saben porque siempre se hace acompañar por alguno de sus nietos. Elvira nació en el Napo, pero lleva toda la vida residiendo en Iquitos, en uno de los muchos lugares que están llenos de indígenas: un enclave multiétnico.
Situaciones como las de Elvira son frecuentes. ¿Quién se preocupa de ellos? Muchos indígenas mayores no tienen con quien conversar en su idioma. En un mundo cada vez más “interconectado”, nos vamos encontrando personas descartadas que pierden la conexión.
El otro día nos contó que soñó con su papá y su mamá. Le hicieron comer en su sueño. Guardamos silencio. Sus padres, ya difuntos, le están invitando a irse con ellos. No sabemos qué sucederá pero se está despidiendo.